Si hay algo a tener en cuenta al escribir en Internet es que la escritura digital es muy diferente a la de papel. Sobre todo si escribimos para informar o incentivar a una compra.
Y así como tenemos la escritura tenemos la accesibilidad web que, a pesar que muchas personas creen que está enfocada en los que tienen alguna discapacidad, busca que todos los contenidos digitales puedan ser consumidos (¡y entendidos!) por cualquier persona más allá de las capacidades que tengan.
Con esta premisa me aventuré a escribir este post donde me basé en los criterios de accesibilidad pero también, en mi experiencia con contenidos digitales y los nuevos conocimientos que voy adquiriendo día a día.
¡Espero que estas recomendaciones te resulten de interés! Vas a ver que aplicarlas no requiere de ninguna tecnología, solo las ganas de que tus contenidos lleguen a más personas, lo que al final, también es bueno para tu negocio 😉
Brindá alternativas textuales
Si usás un recurso multimedia como audio, video o imagen que contenga información importante para el usuario, ofrecé una alternativa textual para aquellos que no pueden usar el recurso como tal. ¿Opciones? transcripciones o subtítulos para los audios y videos y el atributo alt para las imágenes. Si es decorativo, no hace falta una alternativa textual.
Te dejo este ejemplo de la academia de Google, donde las lecciones son en video pero se ofrece también la opción de transcribir el texto.
Atención a cómo usás los colores
Si tenés que transmitir información importante o provocar una acción por parte del usuario, no uses solamente el color para hacerlo; apoyate también en el texto. Recordá que, primero, un color no debería ser el único medio para informarle algo al usuario y segundo, que hay personas que no pueden diferenciarlos.
Fijate como Gmail te avisa que la contraseña es incorrecta: usa el color pero también un pequeño texto donde explica qué pasó y qué hacer.
Ponele títulos a las páginas y entradas
¿Sabías que una página o entrada de tu blog tiene dos títulos y que no hace falta que sean idénticos? Uno es el título del contenido, el que ve el usuario y el que se pone con la etiqueta H1, o sea, el título más importante de toda la página.
Si querés saber más acerca de las páginas y entradas, te recomiendo este artículo donde explico la diferencia entre ambas.
El otro se destaca en los resultados de búsqueda y se pone con la etiqueta <meta title> pero no solo se ve en allí, sino que también sirven para distinguir que hay en cada pestaña que tengas abierta.
Mirá:
Estos son leídos por los lectores de pantalla así que, más allá de la capacidad visual de la persona, siempre debe ser claro y estar bien escrito.
Describí a dónde lleva cada enlace
Además de ser una buena práctica de SEO, las palabras que formen un enlace deberían especificar con qué se va a encontrar el usuario al hacer click, ya que con esa información podrá decidir si quiere o no seguirlo.
Por ejemplo:
- Hacé click acá no le da ninguna pista de qué verá cuando haga click.
- En cambio, ver más recetas con chocolate sí que lo deja claro.
Usá etiquetas o instrucciones
Siempre que necesites que el usuario interactúe con tu web e ingrese datos, tenés que decirle qué tiene que ingresar (con etiquetas) y cómo en caso de tener un formato específico (con instrucciones).
Mirá este formulario de Doppler:
Un consejo es que las etiquetas estén arriba o a la izquierda, nunca debajo del input (se llama así el campo donde se puede ingresar o seleccionar una información).
Ordená con los encabezados
Los encabezados se usan para organizar el contenido y, teniendo en cuenta que las personas no leen en internet sino que hojean, para darle la posibilidad al usuario de que vea rápidamente el contenido que puede encontrar en esa página. Se asignan con las etiquetas de encabezado (también conocidas como headings tags), es decir, las etiquetas H1,H2,H3,H4,H5 y H6.
Evitá las imágenes de texto
Hace unos días encontré en el blog de una empresa que el texto de una nota en realidad no era un texto, sino una imagen que contenía una gran cantidad de texto. Por el diseño me dio la sensación que se había preparado para redes sociales y lo pusieron también como nota en el blog.
La realidad es que son canales diferentes y lo que puede funcionar en uno, no lo hace en el otro. Poner todo un texto, que bien podría ser un artículo, como imagen no es aconsejable por varias razones: primero, dificulta la lectura; segundo, los lectores de pantalla no leen las imágenes por lo que ese contenido está perdido para una persona que los use y; tercero, tampoco posiciona para SEO.
La recomendación de la WCAG es usar este tipo de formato solo para decoración o cuando es esencial, como los logotipos. Y si la querés o tenés que usar igual, mi sugerencia es que ofrezcas una alternativa textual tal como se explica en el primer punto.
Aclará las palabras inusuales
En esta última no hay mucho que decir. Si estás usando una palabra o frase que es posible que tu audiencia no entienda y no podés reemplazarla por otra, aclará su significado. Aquí se incluyen los modismos y la jerga.
¿Conocés alguna otra recomendación?
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